Esguilos, Abejas y Romero

Hay abejas que también se posan en lavandas, y las banderas cubren campos de sudor cítrico, porque las estaciones son de metro y hoja perenne ya no hay caracoles más allá de albufera, y el carro al final de la calle, no hizo méritos en éste rincón de los estimados… Hay señorío en el blanco, y juventud en el negro, más allá, de lo que me cuenta su libertad, y si, siguen posándose las abejas en el romero…

Las sendas secan con la humedad, y tus ojos, algunos días, secan unas lágrimas que no brotan…y es que el agua de aquí, no se bebe… Hay olores nuevos en éste jardín naranja, olores, que son calle, que son lengua y que son murciélagos.

Tengo calados los huesos y secos los pies, en cambio, por las tardes, suenan los cencerros al lado de las palmeras y eso, me huele a castaña asada y membrillo… Los esguilos, me hablan de sus refugios en la carrasca, que sus abuelos, sabían a qué olía la pólvora y que ellos, saben cómo suena…

Y por las mañanas, ya no quedan tejados a dos aguas ni agua en los barrancos, por que sus noches, son noches de hielo, con vistas al mediterráneo… Y a veces, se me olvida que estoy empezando a volar entre pinadas y pinares, y con cada aleteo, mi corazón de caliza y escarcha, se va haciendo más valenciano a tu lado.

Y es que las abejas de la Sierra Calderona a veces me cuentan, que por las noches vas a dejarlo todo bonito, que quieres que me quede, sin saber, que ya me quedé el primer día que no supiste echar el freno de mano a mis miedos…

Deja un comentario